TEMPERATURA OPTIMA PARA LA PARCHITA



En los cultivos de parchita, las temperaturas mayores a 20° C de una parte oca­sionan un mayor estrés hídrico, aumentando considerablemente las necesidades de agua y de fertilizante; y de otra, acortan la duración del ciclo de vida del cultivo (Castro, 2001). Se reporta que la aparición y severidad de la enfermedad denomi­nada secadera, es mucho más grave en franjas altimétricas inferiores a los 1.600 metros y temperaturas promedio superiores a 20° C (Castro, 2001). Temperaturas inferiores a los 18° C ofrecen condiciones para una mayor durabilidad de la planta, pero con un crecimiento lento y baja producción. Temperaturas menores a 10­12°C disminuyen la fecundación e incrementan los abortos florales entre 90 y 95%; además, ocasionan cuarteamiento de los frutos nuevos.
Los cambios bruscos de temperatura entre el día y la noche ocasionan cuarteamiento de los frutos ya desarrollados. Zonas con temperaturas muy bajas (con presencia de heladas), vientos fuertes o granizo no son recomendables para el cultivo de la parchita, pues ocasionan daños en frutos y caída de flores.

Según Fischer (1990), la temperatura afecta de manera indirecta el comporta­miento de los agentes polinizadores; temperaturas entre 20-22 °C fomentan el vuelo de las abejas, aumentando el número de flores polinizadas, aspecto de vital importancia en la parchita.